viernes, 5 de septiembre de 2008

Una nota muy desafinada, pero igual da el espectáculo debe seguir.


Hoy le tocaba nuevamente dar la nota a la Ministra de Igualdad, la verdad es que a la Ministra Aido, le pareció poco su puesta en escena de ayer, hoy nos sorprendía emulando al pijo de las joventudes socialistas, que quería representar a un militante del PP y ha decidido que para su hipernecesario, social, plural, igualitario e imprescindible Ministerio (Mamá no se vivir sin él), se debe de implantar un logo gubernamental malva y no el amarillo institucional.

Lo cierto, es que la campaña que impulso R. Zapatero, que por cierto cuesta una riñonada, con la finalidad de recalcar una unidad nacional,en la que se recalca la figura del Gobierno de España, eso si, siempre en los mensajes más coercitivos del ejecutivo, no es del agrado de la Sra. Aido.

No es de extrañar, su postura, pues está claro que el amarillo está sujeto a muchas supersticiones, y la andaluza parece serlo a tenor de sus preferencia, sin embargo, su gesto es insolidario,pues supone un esfuerzo económico para las quebradas arcas del Estado, pero al parecer no es de patriotas pensar eso.
Pero lo más chocante es que no existe mayor desigualdad, que sea precisamente el Ministerio de Igualdad el que sea el mas des igualitario, al rechazar la generalidad y optar por otra vía específica para ella.

Lo cierto es que cualquier cosa es mejor que hablar de la crisis, del paro o de cualquier problema que afecte a los españoles, que si se quejan es por antipatriotismo.

Por si fuera poco, hoy tocaba la puesta en escena de la Vicepresidenta Fernández de la Vega,patriota de reconocido prestigio, quien respaldaba el despropósito de una ley del aborto nueva, más aún, por certificar que se buscaba paliar la inseguridad jurídica de las abortantes y los médicos.
Esta afirmación, pone los pelos de punta, porque la circunstancia actual de abuso del tercer presupuesto (Psicológicas), que como bien se sabe, es cajón de sastre que permite un aborto indiscriminado, falseado y espurio, y que supone un verdadero permiso para matar con supervisión de médicos sin escrúpulos, in fine, supone reconocer que es un acto ilícito, reprobable y por supuesto un asesinato en toda regla, en connivencia de "presunta paciente" y médico. Y aún peor que es una constante, lo cierto es que la magnitud es vergonzante dado que la incidencia de asesinatos cometidos sobre los nasciturus es de más de 50 veces los fallecidos por accidente de tráfico, medido anualmente.
El problema es que Aido habla de nuevas demandas sociales, De la Vega de haberse superado la ley y para R. Zapatero, está bien, lo cierto es que todo apunta a distorsionar la realidad, crear una cortina de humo y alejarse de los problemas de la sociedad.
Ahora, sólo queda aniquilar el derecho constitucional de la objeción de conciencia y seguir recortando los derechos y libertades públicas, un record que ostenta el gobierno de R. Zapatero, a pesar de presumir de pluralidad, talante, solidaridad y patriotismo.
La realidad es bien otra, Europa, Sarkozy y Francia caminan en verdadero progresismo, no sólo reconociendo los derechos del nasciturus, sino admitiendo su personalidad en caso de no concepción, admitiendo y contemplando la posibilidad de inscripción en el Registro Civil; y llegando, incluso, al derecho de que sus restos, independientemente de la entidad de éstos, puedan ser enterrados entre los restos de sus familiares. Un verdadero ejemplo de respeto a la dignidad humana y de reconocimiento de los derechos de la persona.Algo que verdaderamente supone una exaltación de la igualdad frente a la Ley.

Sin embargo, en este estado de cosas hay una consigna clara "show must go on" el espectáculo debe seguir.

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