sábado, 25 de octubre de 2008

El ejecutivo impulsa la imagen catastrofista del capitalismo y la globalización.


En estos últimos días de agitación económica, crisis financiera, hundimiento bursátil amenaza de recesión y otras plagas, está tomando fuerza , desde sectores de la izquierda, la idea del naufragio del capitalismo y de la globalización.
Esta corriente, oportunista donde las hayan, ofrece una visión sesgada e interesada de la realidad económica.
Hace ya un tiempo, era Sarkozy, quien afirmaba que lejos de sólo salir en auxilio del sistema financiero, había que depurar responsabilidades, frase que no se ha oido por parte de la izquierda española, quizá porque de quien partía era de Sarkozy.
El "quid" de la cuestión radica ahí, no se trata de tal o cual politica económica, sino de la falta de regulación, y de escrúpulos de algunos financieros , quienes han abusado y forzado el sistema.
Esto ocurre en casi todo, el problema es que el sistema de mecanismo de defensa, es más complicado de lo que parece, porque se reúne de muchas cuestiones.
El primer aldabonazo, se producía con la crisis de ENRON, empresa muy inusual. Por un lado era una compañía de servicios diversificada, poseyendo plantas de energía, compañías de agua, distribuidoras de gas y de otras unidades empresarias involucradas en la relativamente directa distribución de servicios a consumidores y a empresas. Por otra parte, se hizo notoria aplicando el estilo de Wall Street a estos mercados tradicionalmente dormidos.

La genialidad de ENRON fue considerar que todos esos servicios , incluso oscuros y complejos productos, tales como anchos de banda de Telecom, eran en realidad "commodities", que podían ser comprados, vendidos y almacenados tal como se hace con las acciones y los bonos. Así se generaba una facultad de crear mercados. En España, tenemos el caso, aunque a menor escala y con distintos parámetros, de Forum Filatélico, centrado en el sello, aprovechando un vacio legal y la falta de control.
Es la dificultad de regular en el mercado productos complejos, lo que deriva en una facilidad de mezclar cosas buenas con malas sin ningún tipo de orden y concierto.
Hoy , esto se les ha investido con el honor de nominarlos "activos tóxicos", cuando se trata de inactivos, auténticos fraudes , de los que debería ser responsable su gestora y primera mano; pues generalmente se distribuyen a terceros alejando la "pelota" que a medio o corto plazo suelen generar, de ete modo sus nefastos resultados son recogidos por un tercero.
El control, es muy variado para estos productos, que bien ensamblados y puestos en circulación por empresas "aparentemente serias" pasan filtros teóricamente rigurosos. Sin embargo, como afirmaba antes, son las auditoras, las que califican a estas empresas, así sus clasificaciones se centran más en la obtención de excelentes resultados que en los productos que realmente se comercializan. Es como si un medicamento, se aprobara por la solvencia mundial demostrada por el laboratorio que lo saca al mercado y no en atención a los efectos medicamentosos. Eso se produce, porque necesariamente habría que analizar todos los componentes de un activo, algo que puede ser farragoso e incluso aparentemente correcto, además que no resultaría nada fácil hacerlo en profundidad.
Sin embargo, el acento no se ha puesto, en el efecto contrario- tesis que no interesa tanto a nuestra izquierda manipuladora-es decir, que se está nacionalizando por esta vía la mala praxis del sector financiero y nacionalizando , vía asunción de esos efectos nocivos por inyecciones económicas que sería como pagar entre todos, los platos rotos de los demás.
Era el propio David Vegara, secretario de estado de economía y hacienda, quien con la boca pequeña, decía que sí afectaba y repercutía estas inyecciones a los contribuyentes.

Así es que se trata de una quiebra ética más que económica, pero si algo queda claro es que el efecto de nacionalizar o pagar los efectos de la crisis, es una medida que aunque parezca muy social, puede ser perversa en cuanto que es coperante de una mala praxis, para evitar efectos nocivos en la sociedad. Este debería ser el punto de partida, pedir responsabilidades, sin duda es la actuación que más confianza pueda dar al inversor.
Pues así queda impune y sienta el precedente, que en el futuro, pueda quedarlo. Será muy social pagar los platos rotos de otros para ayudarnos a todos, pero la mejor ayuda es perseguir con rigor a los artífices de esta tropelia.
Sin embargo, no se está persiguiendo esto.
Hemos oido muchas veces que era Bush y los "neoconservadores" amigos de Aznar los que habían permitido estas cosas, sin embargo, no dicen que fue la administracióbn Clinton , la que favoreció el dinero para todos y la relajación de garantías y cautelas en préstamos, para enmascarar una realidad económica y social que nos ha rebotado en la cara ahora.
Pero , este modelo, puede ser objeto de regulación , y se debe regular y regularizar , sin embargo lo que existe en la cabeza de estos grandes pensadores de la izquierda, aparte de buscar la condena de politicas y politicos, que son contrarios a sus ideas , representan modelos antitéticos de aquellos que persiguen, cuyos modelos los tenemos en Corea, Brasil, Venezuela, etc...

En cuanto a la globalización, que tanto ha denostado la izquierda, consiste en la apertura inevitable de mercados hacia un mercado mundial e internacional, este reto, que parece tener pruebas piloto bastante válidas, como en cierto modo lo es la U.E. , merece una gran atención, porque puede ser una base de principio de progreso global.
Sin embargo, cuanto más pequeño es el entorno, más fácil resulta manipular, prueba de ello es que no se toma en serio a estos pensadores de la izquierda que siguen anclados en principios caducos y que sólo se mantienen por la imposición y no por la razón.
Es el reto fundamental del siglo XXI , y no podemos volver la vista a otro lado, porque será una equivocación.

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