Antipatriotas, derecha y otras plagas

Este gobierno, pretende convencernos de que sus política económica es la acertada, pues bien, lo cierto es que no ha hecho política económica.
No es de extrañar, porque de economía, de pluralidad, de políticas sociales y de juego limpio, andan más que justos.
La única economía que conocen es la del pesebrerismo, la política de favores, de la manipulación de la deformación de la realidad a su antojo, de la relajación del Estado de Derecho.
Además tienen solución para todo, en especial cuando las cosas no andan bien, si alguien les dice algo, se les denomina antipatriotas o simplemente se les ataca desde cualquier frente teldirigido.
La última moda la constituyen los liberados sindicales, con aficiones más políticas que sindicales, que se preocupan más de hostigar al gobierno autonómico de Esperanza Aguirre o al del Sr. Camps, por ejercer sus funciones con mayorías cómodas que no son del gusto de la familia fundamentalista socialista. Además se permiten la amenaza reiterada, porque son sabedores de la relajación del Estado de Derecho.
Lo gracioso de esto es que estamos subvencionando una actividad sindical, con importantes connotaciones políticas, no nos extraña que cuando se les critica nos digan que no queremos que esten y es que lo que queremos son sindicatos ,no pesebreros de Ferraz, que en estos tiempos de crisis abundan por doquier.
Lo cierto, es que vamos a remolque de la política de Europa, que somos una rémora para la Unión, que no cumplimos los mínimos exigidos por prepotencia y además nos burlamos, por nuestro Presidente, de sus dirigentes.
El problema es que aquellos dictan, y nosotros precipitadamente, tras varios meses de intentar comprendemos corregimos imitando a los que antes habíamos criticado.
Luego buscarán el golpe de efecto, pero lo cierto es que los presupuestos hay que acompasarlos a las medidas extraordinarias, que desde Europa se han sugerido, y desde luego, es impresentable el pedir el apoyo de todos los grupos a las medidas dictatorialmente adoptadas por el ejecutivo, so pena de pecar de antipatriotas.

Sin embargo, ante esto, es casi mejor que te llamen antipatriota, porque yo de los que piensan eso, simplemente pienso otra cosa, que por educación me callo.

¿Usted, no piensa lo mismo?, pues no se calle, cuéntenoslo.