R. Zapatero, o el gobierno para burlar la democracia.

El fundamentalismo de la ceja, sigue en su esfuerzo por ir dinamitando el sistema democrático español a su antojo e interés. Sin embargo, los datos y las cifras, se obstinan en dar la espalda a ese patriotismo arribista que nos está hundiendo, porque todo parece apuntar que lejos de dar soluciones a la realidad económica, se trata de edulcorar la sociedad y la realidad y si ésto no es posible, se prefiere que se hable de cacerías de corrupción y de las maldades del PP y de los que piensan como el PP.
En las últimas horas le reventaba al plural Rubalcaba sus famosos "cupos" de deportación de inmigrantes ilegales, la instrucción que parece venir de Interior , a pesar de negarlo con todo el cinismo hoy, viene a determinar la obligatoriedd de deportar a "sin papeles" preferentemente magrebíes, con arreglo a zonificación y población, la orden que se publicaba por escrito y ha trascendido, parece haber aparecido de la nada, por ciencia infusa y por suspuesto sin el conociemiento del falaz Rubalacaba.
Detrás de esto, están las cifras de delincuencia, la falata de resultados policiales y de paso, criterios económicos a propósito del desempleo y el trabajador ilegal.
Esta medida, bien podría calificarse de neofascista y sectaria, pero claro, ha debido de ser un capricho o un bulo policial por las afirmaciones del plural Rubalcaba.
Sin embargo como se acercaban las elecciones , había que remover "la mierda" y ésta sólo puede salpicar al PP, ese grupo antipatriota y que siempre busca acabar con los derechos sociales, y que además son los que el Presidente Zapatero, espera que se levanten, si es que tanta "mierda" les deja para darles la opción de arrimar el hombro.
Hoy , era el plural Solbes, quien en la doctrina reiterada del paso atrás, rconocía que no sabía si le preocupaba más este año 2009 o el 2010, que ahora lo vislumbra más negro, a pesar de haber predicho una recuperación. Esta posición, está claro que no genera confianza, sino el más profundo desasosiego, lo malo es que el dinero no se puede estirar y todas las promesas que estos plurales están haciendo, resultarán inviables con el tiempo.
Hoy conociamos, con cierto retraso la sentencia de Educación para la ciudadanía, con evidente retraso y del cual la plural Ministra se atrvía a decir que redundaba en la ciudadnía de los muchahcho que sufren la tiranía doctrinal de esos libros que se pretenden aprobar como ciencia universal, por la presunción de legalidad de la actuación Administrativa y entre ella la del Gobierno.
Hoy le recordaban que a pesar del plan de obras municipales, en tiempos difíciles hay que hacer buenas políticas aunque sean difíciles de tomar, la política social choca de feente con la dignidad de los parados que prefierne trabajar a que se le mantenga la pretensión del desempleo. Ante toda esta tragedia, este hombre feliz e inconsciente, hablaba R. Zapatero diciendo que el no hace ni hará "decretazos" como el PP, lo cual nos condena a ver como va a seguir progresando el número de desempleados, impagos, caida de los valores bursátiles y la morosidad, mientras este demagogo, populista irreal e irracional, se niega a ver la realidad y asumir las obligaciones democráticas. La verdad es que nos encontramos ante un revanchista de las dos españas, que con la crispación y el enfrentamiento dan sentido a su visión antidemocrática de un país, lo triste es que es el nuestro y el voto está cautivo, aún más ahaora si cabe de la dependencia de la subvención discreta y enmascarada de legalidad, progresía y buenismo poco convincente.
Bueno, mañana veremos otro round , el de Bermejo, defendiendo como guardar las apariencias y seguir burlando la democracia, con la apariencia de legalidad que este tipo de vulneraciones requiere.
De trasfondo asistiremos a esa huelga de Jueces fruto del pulso, de la ignorancia e insensibilidd del ministro Fernández Bermejo, quien ha intentado burlar la democracia para impedir el ejercicio de un derecho social, que lamentablemente no ha ejercido el proletariado, como burlonamente decía el grosero ministro.
¿no creen?