miércoles, 19 de noviembre de 2008

La pluralidad informativa es refrendar lo que diga R. Zapatero.


Estamos asistiendo poco a poco a la disolución de la democracia a manos del gobierno que mayores recortes y tijeretazos está pegando a las libertades públicas.
Se trata de una de las cosas más parecidas a las dictaduras más miserables, en plena democracia , esto es posible porque sólo es democrático lo que Ferraz dice que lo es , sea de la naturaleza que sea.
Lo peor es que a estos "plurales"se les llena la boca de diálogo, consenso, pluralidad, democracia, derechos sociales y otras bondades que sobresalen como si fueran aire fresco, siempre tomando como referente el franquismo y atribuyéndose un claro antagonismo.
Esto es extraño, porque su presentación difiere ampliamente de la realidad, y estos plurales son en gran medida familiares directos de personalidades significadas en el franquismo, pienso que se creen que se puede seguir con las prácticas de antaño en clave democrática, o a lo mejor es su forma de pretender renegar de sus verdaderos orígenes.

Hoy era de vergüenza ajena oir a R. Zapatero el plural presidente, que impone "su" democracia lo que no debe ser tomado por dictadura, como el criterio único válido y respaldado por las urnas y su legión plural de medios de comunicación fieles perros guardianes de sus imposiciones democráticas. Afirmaba que en sus años de gobierno la pluralidad informativa y mediática había ganado enteros, cuando precisamente es todo lo contrario, como demuestra el pesebrerismo mediático de la sexta, cuatro, el país, público y otros. Además afirmaba el gran paso de TVE, quizá por el recorte de plantilla, porque por otra cosa no creo que sea.
Hoy paralelamente, su gobierno nacional-socialista en Cataluña, refrendaba su particular censura desde el CAC , a grupos que osan pensar y decir lo contrario que dice y piensa el nacional-socialismo y Ferraz, lo singular de su sectarismo es que descalifican y buscan eliminar y erradicar al sedicente por vías antidemocráticas.
La última nota, se desprende del incidente de la Hermana María Maravilla, que el sectarismo laicista ha impedido que se llevará a cabo, falseando el tema e incluso justificándolo con el texto constitucional, cuando son los primeros en vulnerarlo, articularlo en su beneficio o desvirtuar su interpretación a sus interese.
Pero esta infamia, llega al culmen, con el despropósito de Moratinos, que como su plural amiga Magdalena Alvares, pillados in fraganti y con las manos en la masa, lejos de admitir unos hechos, arremete contra la oposición como excusa válida a una recriminación , que es un clamor popular.
Pero tranquilos, plurales del mundo, que las mentiras tienen las patas muy cortas y cuantas más se cuentan es peor para quienes las cuentan.
¿No creen?

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