domingo, 21 de diciembre de 2008

El aborto libre en unos meses legalizado

Una de las obsesiones del ejecutivo de la ceja en los últimos tiempos es facilitar la muerte de los que tienen que nacer y los que por edad o enfermedad lo tienen más próximo.
La argumentación es clara , generar una cultura de muerte justificada en la preservación de la dignidad humano, una justificación algo indigna si se atiende a un análisis claro.

Hoy pretendo centrarme en la ley del aborto, una ley que ha contado con una comisión , donde se han podido oir auténticas estupideces tales como el derecho a la sexualidad o a la reprodución, derechos que sólo existen en la cabeza del iluminado que las postule, pero no taxativamente en ningún ordenamiento positivo.

Bien, esta comisión de expertos en la materia, ha durado menos de los previsto y ha adolecido por no contar con profesionales de la medicina y no del aborto, y haber prescindido del hecho sustancial premisa del debate jurídico. Y es que el PSOE, quería acabar pronto con la ponencia de la comisión, porque quizá piensa más en una ley de plazos que en atender la propia ponencia.

¿Se puede despenalizar el aborto?, esa es la principal cuestión, nada unánime ni pacífica, cuando se depenalizaron los tres supuestos que hoy contempla nuestro ordenamiento jurídico, era nuestro Tribunal Constitucional, quien advertía de la dificultad de ponderar dos valores jurídicos protegidos constitucionalmente la vida e integridad física de la madre y el derecho a nacer del nasciturus.
Si bien, la grosería interpretativa del falaz partido socialista, parte del derecho a decidir de la madre, porque es la que pare, es decir , decide si ha de generar la vida o no.
La solución, que es tan simple, como simple es el alcance cognoscitivo del planteamiento pesoista, que ve como un problema el que una menor quede embarazada, y una solución fácil matar aquello que se engendra.
La solución, una argumentación falsa y baladí, la no consideración del embrión como un verdadero nasciturus desde el momento de la unión del espermatozoide con el óvulo, así se le niega entidad humana y se elimina un problema que pretenden que sea más religioso, según la moral cristiana , que ético.
Antes de las pasadas elecciones de marzo, solucionaron el problema de los restos humanos resultantes de estas práxis, tan ilegalmente arraigadas, porque no dejan de ser restos humanos, pero se queman en incineradoras o se tiran directamente, pero eso producía un gran problema que se ha reducido al reducir la dimensión humana de los seres asesinados a la nada, un objetivo claro del ejecutivo de Ferraz, que ve el embarazo no querido, como un mal social, y no un hecho natural al que hay que dar solución, es como si ante cualquier enfermedad se quitase de raíz eliminando al paciente.
Sin embargo, se olvida el análisis de varias cuestiones, en principio la falta de información que se le va a dar a la embarazada, la falta de apoyo y salidas alternativas al aborto en el planteamiento legal, porque es cierto que hay ayudas para todo menos para plantearse seguir con un embarazo, digamos no planteado.
Otra cuestión, es que se obvian que existen barreras y métodos anticonceptivos, así mismo el hecho necesario de la cooperación necesaria del varón, que tiene derechos y se niegan sin pretexto, porque la única argumentación válida sería la violación y si no existe denuncia y comprobación, no es viable, además produciría un aluvión de denuncias injustificadas en busca de los propósitos homicidas.
Un hecho importante, es que ningún animal, salvo el más animal de ellos , el hombre, practica el aborto cuando está en gestación voluntariamente, es sin duda el humano el único que se plantea el hecho por cuestiones más de índole económica, social o cultural que natural.
Otra excusa argumentada, por estos paladines de la muerte, es que el aborto es cosa de ricos de quien puede pagárselo, y en eso aciertan en parte, porque pagan a un sicario que con una determinación médica falsa, arbitra para posibilitar y legalizar el crimen abortivo en supuestos distintos a los legalmente permitidos.
En caso contrario, podrían exigir se costease con el dinero público , si se cumple el tercer supuesto como se pretende.
In fine, se plantea el sexo, no como un verdadero hecho natural muestra de amor mutuo, sino un juego que puede tener nefastas consecuencias a las que poner remedio, y al que se busca la salida más fácil , extraer el problema desechando el valor humano que se extirpa, extrae y mata, justificándolo como un derecho lo que es un repugnante asesinato.
Sin embargo, no se ve a toda esa cola de pesebreros del No a la Guerra, en las calles clamando para que se prohiba, eso es porque se le ha imbuido de pluralidad, progresia y además se le ha querido dotar de un valor añadido para este gobierno, el feminismo, el alcance de un derecho inalcanzable para la mujer, cuando se le está rebajando al más vacio significado de continente o vivero reproductivo, más que el de madre,
Esta es la forma de presentación propagandística, de pretendida modernidad y progresía de uno de los retrocesos más graves que se pueden cometer.
Otra cuestión es el coste, debemos pensar, que estando semi-legalizado (por vulneración en fraude de ley y otras), se producen más 100.000 abortos anuales, el coste económico para las arcas no es menospreciable y si se analiza desde el punto de vista negativo, es decir, las operaciones de verdadera importancia que se aplazan con motivo de estas que tienen políticamente un gran interés se multiplica.
Sin duda, ese es el burdo y simple propósito de una ley que niega lo que la legislación siempre ha preservado al nasciturus, siempre se le han respetado los derechos que le sean psoitivos frente a terceros, pero acaso la vida, un bien mayor , esté por debajo del alivio de una madre a la que se le hace ver que el único camino es acabar con la vida de su hijo.
Es triste que el camino de las legislaciones avanzadas tienda a la eliminación de la pena de muerte y al apoyo de los derechos del nasciturus y sea el plural, el progre y el "talantoso" del clan de la ceja , que por cierto pedía una moratoria para la pena de muerte, quien aboga por el crimen por excelencia, tanto es así que el Tribunal Supremo, en un acto supremo de grosería feminista le acompañaba el agravante de alevosía, cuando se contempla en el tipo la impunidad.
En fin, habrá que esperar, pero me temo que aprobarán una ley de muerte, para garantizar que seamos aún más si cabe la meca del aborto y estemos a la cabeza de los países de la cultura de la muerte y de la sinrazón de la ceja.
¿No creen?

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