lunes, 22 de diciembre de 2008

Una sociedad de la información a imagen y semejanza de R. Zapatero.

Estos días previos al sorteo de la lotería nacional de Navidad, el sorteo que más reparte , y quizá el que menos deja, el gobierno parecía tener problemas en encajar los números puestos a la venta.
Hablando con un amigo lotero, ante el bombardeo informativo, sobre que se habían agotado los números, que habían administraciones que no les quedaban décimos, me decía que le indicara tan sólo una, que la venta estaba igual que la economía, mal.
Hoy , se confirmaban las sospechas, eran los medios de información , en especial televisiones,las que habían echado una manita al ejecutivo de la ceja en su merchandising de décimos de este año, de hecho al final de estos esfuerzos, se había vendido un 3% menos que el año anterior.
El hecho en si, no debería de dar problemas, pero sin embargo demuestra la falta de talla profesional e informativa y es una prueba más del servilismo mediático de esas cadenas.
Lo peor es que son esas mismas cadenas, las que juzgan a otros profesionales de otras cadenas, que si lo son y se oponen y enfrentan a la delirante política zetapédica del régimen de la ceja. Incluso, se permiten decir que son cadenas del odio y de la confrontación, porque lo importante es mentir y hacer y decir lo que mande el régimen de la ceja.
Así pues hemos creado una sociedad de la información de la talla del régimen de la ceja, falaz, oportunista y sobre todo falta de calidad , de rigor y de seriedad.
Sin embargo, lo que nos debe de preocupar es que se trata de un intento de propaganda sedimentario, que tiene sus puntas de iceberg, pero que pretenden mostrar una sociedad deformada, por ejemplo , para representar a la juventud se hace un programa centrado en un antro o en un barrio de la droga, así se generaliza el tema.
Por ejemplo , se ha entrado en una dinámica como puede ser la de la campaña de Antena3 de ponle freno, a la que se han arrimado significados pesebreros de la familia de la ceja, en su vana pretensión social, pretenden señalizar los puntos negros, con un esquema el del "ponle freno", eso si no se enfrentan frontalmente a la política del plural ejecutivo y se alínean con la DGT, cuando se debe de poner freno, pero al despotismo institucional que sabiendo de los puntos negros no los elimina, así se busca la implicación y la connivencia social.
Al igual ocurre, con la repentina inclusión en series de parejas homo, planteamientos pro-abortistas y otras cuestiones, que pretenden banalizar televisivamente, mediante todo un sistema de subvenciones, premios y reonocimientos. En definitiva se trata de garantizar el "papo" a los adeptos al régimen de la ceja y de otro lado dogmatizar al populacho con series basura, que pretenden crear personajes entrañables y con calado y trasfondo social.
En definitiva, todo menos televisión sino publi-intoxicación, ésta puede ser más palmaria o más descarada, pero intoxicación. Eso sí, de Sexta, Cuatro y la uno y la dos , ni hablo.
¿No creen ?

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