sábado, 13 de diciembre de 2008

El régimen de la ceja o el desgobierno de la estupidez.

Cuando hace un tiempo el Sr. R. Zapatero fue preguntado sobre el precio de un café, lejos de decir que no pagaba ni uno, con la ineptitud que le caracteriza no tuvo reparo en decir que 80 centimos de euro.
Ese dato debe de ser el que ha tomado el INE para maquillar a final de año el IPC , para reducir considerablemente el gasto público y los derechos y expectativas de pensionistas, salarios y desempleados. La excusa de la reducción del consumo privado y la bajada del precio del petróleo, sólo pueden poner de manifiesto dos cosas, o que el IPC es un índice espurio que no mide la realidad del coste de los precios para los españoles, o lo que es peor y más me temo, que se "maquillan" los datos al gusto del ejecutivo de Ferraz.

Sin embargo, en las últimas horas, las cosas vienen a demostrar que le lider del régimen fundamentalista de la ceja vive absolutamente a espaldas de la realidad y de la sociedad, como por otro lado, ya demostró al tasar el precio del café sólo en un bar en un precio que sólo puede estar en su cabeza, ya que se muestra lejano hasta de los precios de los hogares de jubilados y clubes sociales.

Como todos sabemos, el iluminado de la Moncloa, impulso unas medidas, que además según decía eran incongruentes, porque venían a sustentar una inyección de dinero al sistema financiero español, que era un sector que no necesitaba ayudas por su robustez y seriedad en el ámbito español.
Sin embargo, esta medida, debía de ir orientada a permitir el acceso al dinero a las economías domésticas y a las empresas, los controles y la transparencia de este sistema estaban garantizados por el propio presidente, según afirmaba y afirma, sin embargo el sistema no ha permitido más que inyectar liquidez a un sistema financiero que se niega a administrar parte de esa liquidez a sus destinatarios y clientes, que se están beneficiando de la bajada del precio del dinero y de grandes diferenciales sobre los intereses de préstamos en vigor.
Lo cierto es que hay retracción de consumo por una retracción importante del crédito y por una desconfianza e incertidumbre de la población, hemos visto perplejos como comedores sociales y los depósitos de residuos se ven infestados por la hambruna de una poblaión que no puede costearse dignamente el alimento, mientras las entidades financiera, que por cierto fueron las grandes beneficiadas del boom inmobiliario, siguen ganado dinero ex puertas, y cínicamente afirman su buena gestión.

Pero lo más indignante es que el iluminado R. Zapatero, sea quien diga que los préstamos no se dan porque los bancos y entidades financieras deben cumplir con los requisitos de capacidad de reembolso de sus adjudicatarios. Y tiene gracia esto, porque derrumba de plano su pretendido plan de ayuda a las economías domésticas y las empresas, lo que se auna más al absurdo de su comentada innecesariedad.
Pero esto es aún peor, si se tiene en cuenta que toda la política social de vivienda por ejemplo, gira entorno a un préstamo que por el precio de la vivienda no va a llegar a los colectivos a los que va dirigida.

Sin embargo, lo que se demuestra es que el mal de fondo está en los salarios de los españoles y en su excesivo endeudamiento, donde el ejecutivo no ha puesto el ojo para adoptar ninguna medida, que ha erosionado el poder adquisitivo de todos vía el coste de la electricidad, el gas y el agua, que son de uso generalizado y además ahora se esfuerza por conseguir que el IPC, también afecte a las clases más desfavorecidas.
Ya se lo decían el otro día hasta los empresarios, pero el régimen de la ceja sólo trabaja para los suyos, que no para los españoles, para los pesebreros que actúan en los municipios del "pesebre", en anuncios o en televisiones de media pluma, para la SGAE, la inquisición del siglo XXI instaurada por el fundamentalismo de la ceja, la familia socialista, las ONGs que no lo son tanto, pero son presididas por plurales afectos , afines y afiliados, el corro de asesores, porque aunque no lo crean estos "tarugos" se manejan con asesores, que hasta en algunos casos no son aptos válidamente para trabajar pero si para asesorar, para todos menos para la sociedad española en su conjunto.
¿No creen?

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