miércoles, 20 de mayo de 2009

Zapatero sigue dando lecciones de no saber nada de nada.

Tras el desacato de debate del estado de la nación montado por R. Zapatero en clave de mitin y autobombo, con el propósito de pillar a pié cambiado a la oposición; hoy, volvía a poner de manifiesto que no tiene muy claro esto de la economía.
Paree ser que no es que no lo tenga claro, es que no sabe ni como funciona, parece que la asignatura de economía de la carrera, se la debió de aprobar alguien del partido o se le ha olvidado por completo.
Lo cierto es que como me decían de pequeño, lo mal aprendido se olvida rápido y eso de la micro y macroeconomía , como que era un trámite al parecer.
Quizá ese es el modelo de enseñanza y de preparación por el que ahora aboga, el de la mediocridad, el de los créditos alocados que permiten hilvanar cursos con el mínimo esfuerzo.
Una clase de profesionales que son ampliamente barridos y criticados por nuestros competidores.
Parece ser que no le gustaba despertarse con que le dijeran que había hecho medidas para tres días, que las había modificado y reducido a la nada a pesar de lo poco que suponían, y se veía forzado a buscar la senda del asesinato de concebidos no nacidos para autoproclamarse como un feminista de los pies a la cabeza.
La verdad es que se trata de una triste imagen de un bobo solemne, con solemnidad de Estado y mensaje de mendrugo.
Sin embargo, querer erigirse en el abanderado del futuro y precursor de un nuevo sistema económico español es un despropósito inigualable.
La verdad es que recuerda a los planes quinquenales de esas democracias progresivas de la URSS , China o Cuba, un autentico autobombo con un reparto desigualitario de pobreza y sufrimiento, algo que se vislumbra con este individuo, con cierto delirios de grandeza, propios más bien de dictadorcillos.
Más extraña que sea un hombre que pida mirar al futuro, aquel que más referencias hace al pasado, pasando desde el franquismo y la guerra civil , Aznar, el decretazo, etc...
Pero lo que pasma es que siga con su plan de hundir la construcción en España.
Empezó creando un ministerio que no ha cumplido su finalidad propagandística porque los precios de los inmuebles no han cumplido más que los dictados de la economía.
Sólo fue R. Zapatero quien acrecentó el precio de la vivienda con su código técnico de la edificación, su ley del suelo o su último decreto de aislamientos.
Además este impresentable, se cree que la vivienda tiene un precio público, pero eso no es así, la vivienda tiene un precio que se comporta como marca el mercado de la oferta y la demanda.
El dinero se movía y se facilitaba el acceso al crédito, los intereses eran menores que el crecimiento porcentual del precio de la vivienda anualizado y la política del gobierno penalizando el ahorro a medio y largo plazo favoreció más la inversión en vivienda.
Pasaba a ser un activo más gracias a la política de escalada de precios de R. Zapatero, mientras toda su maquinaria propagandística demonizaba al sector y hablaba de la famosa especulación (que le recuerdo que es el juego normal del comercio), otra cosa es la moralidad especulativa, pero que nos debe preocupar cuando favorecemos el asesinato de concebidos no nacidos.
Fueron además los ayuntamientos los que crearon un sistema de financiación basado en las plusvalías, las recalificaciones, las contribuciones y las licencias de obras.
Todo ello enrarecido con planes de vivienda de protección pública, que no van más allá de los precios acotados por metro cuadrado y que escapan del poder adquisitivo medio de los españoles y en especial de los jóvenes, además de suponer una competencia desleal de la promoción privada.
Que les parece trató de politizar el asunto hasta el límite de poner en peligro el mercado inmobiliario de la Comunidad Valenciana, presentando la LRAU como un atropello urbanístico y comprometiendo seriamente el mercado inmobiliario internacional, que se agrava con el tratamiento fiscal sectario que se hacía a extranjeros en España en la venta de sus inmuebles.
Lo cierto es que si quería perjudicar a la construcción, no o podía haber hecho mejor, pero sin duda el mayor daño, ha sido la financiación, el daño que acucia ahora a las empresas supérstites y que le importa tan poco a R. Zapatero, porque el futuro al que apela, se llaman elecciones europea, luego lo serán las locales y luego otra vez las nacionales.
¿No creen?

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