lunes, 8 de junio de 2009

Revolcón democrático al fundamentalismo de la ceja.

En los últimos días nuestros héroes de la pluralidad y el talante, se han dedicado a predicar sobre la maldad del PP y los graves peligros que esta "raza a extinguir" puede esparcir en la sociedad española.
Ya que el PP, aparte de querer imponer una moral obsoleta, rancia , hipócrita y de doble rasero, es una extensión política de esa trasnochada iglesia católica.
Sin lugar a dudas , el mensaje de estos iluminados, no es otro que el de antaño; si recuerdan bien; aquella máxima de la iglesia es el opio del pueblo.
Y es que la asignatura pendiente del fundamentalismo de la ceja, es el de destruir la imagen de la iglesia, ofrecer una imagen distorsionada de la verdadera dimensión de ésta, la profunda imbricación en la sociedad española y la referencia moral y social que ésta representa y supone un bache terrible.
Las elecciones europeas, al margen de intentar diluir al PP , en medio de unas circunstancias que le eran adversas, creando una serie de tramas judiciales alrededor de los jerarcas del PP en Madrid y la Comunidad Valenciana y sacando a relucir temas recurrentes y "asperos" como el aborto, la moral caduca de la iglesia y el PP, el marcado carácter retrógrado y antisocial de la política del PP, que por cierto es la imperante en Europa.Han supuesto un ataque paralelo a la iglesia católica y a las corrientes humanistas de corte católico.
Todo ello salpicado con escándalos tales como el Falcon o las declaraciones de la ministra Aido, pasando por las atrocidades a propósito de las declaraciones de Monseñor Cañizares o las del plural Pepiño a propósito de la escolta de Aznar.
Sin embargo, si algo han conseguido es despertar más odios por ambas partes y si cabe reabrir más las diferencias que la democracia empezaba a ir diluyendo.
Sin embargo, la nota sustantiva de las elecciones, ha sido el ensalzamiento del zetaperismo a los altares, presentado como la progresía social que se abre camino ante la penumbra y la turbiedad del PP y la Iglesia española, eso si desde un sectarismo que destapa más si cabe, el sectarismo que preside al fundamentalismo de la zeja.
Si hablo de fundamentalismo, quiero decir que es porque se comporta como tal, es una confusión integral entre sociedad y en esta caso no es religión sino zetaperismo, como cosmovisión política, intelectualmente válida.
También, porque esa pretendida verdad, se pretende imponer como la única visión, como hacen los fundamentalismos islámicos.
Y por último, porque se busca confundir a la gente y crear un lazo o afección que sólo es admisible desde el fanatismo; porque este pesoismo zetaperil, no sabe convivir con la democracia española, ni con otras; y busca siempre los atajos para corregir, lo que debe de entender como defectos de esta democracia.
Además goza de un propagandismo muy similar al empleado por nazis, leninistas y fascistas, lo que lo convierte claramente en una corriente neofascista de primer orden.
Estas notas, están claras que no han pasado desapercibidas en estas elecciones y le han propinado un buen revolcón, aunque claramente insuficiente.
Y es que su mentira y su poder de manipulación le ha dado como resultado una reacción inversa en la oposición, más que un lazo de afinidad del fanatismo pesebrero que no ve peligrar su pesebrerismo subvencionado en las elecciones europeas.
Pero algo más importante se ha deducido de esta derrota, y es que José Luis Rodriguez Zapatero, cuando pierde no está para nada ni para nadie, ni para los que dice que son suyos. Algo tufa a fascismo en España y no es de la ultra derecha , sino del fundamentalismo de la ceja, un movimiento ultra, pretendidamente demócrata, progre y de izquierdas.
Sólo quiero pensar que esta derrota dulce, que dicen desde Ferraz, se edulcore progresivamente por el bien de la sociedad, la democracia y el Estado de Derecho.
¿No creen ?

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